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¿Que es un NAS? ¿Debería adquirir un NAS?
Un sistema NAS consiste en un dispositivo de almacenamiento de alta capacidad conectado a una red que permite a los usuarios y clientes autorizados almacenar y recuperar datos en una ubicación centralizada.
En esencia, un dispositivo NAS consiste en un contenedor de discos duros que incluye inteligencia adicional para el uso compartido y la autorización de archivos. Dado que un dispositivo NAS emplea la tecnología denominada matriz redundante de discos independientes (RAID, Redundant Array of Independent Disks), puede distribuir y duplicar datos almacenados a través de varios discos duros. Esta redundancia garantiza la resiliencia de los datos en caso de que falle alguna de las unidades de disco.
Los sistemas NAS resultan versátiles, flexibles y escalables. Permiten ampliar soluciones existentes a medida que aumentan los requisitos de almacenamiento. Pueden entregarse ya sea con o sin discos instalados previamente, y disponen de uno o dos puertos USB para facilitar la conexión de impresoras o unidades de almacenamiento externas a la red, lo que brinda opciones adicionales para todos los usuarios conectados.
Un dispositivo NAS se ejecuta en cualquier plataforma o sistema operativo. En esencia, se trata de un paquete de hardware y software con un sistema operativo integrado gracias al cual puede operar de forma independiente. A menudo, se trata de una sencilla combinación de una tarjeta de interfaz de red (NIC), un controlador de almacenamiento, una serie de bahías para unidades y una fuente de alimentación. Los dispositivos NAS contienen entre dos y cinco discos duros para proporcionar redundancia y acceso rápido a los archivos. Aunque a menudo se piensa en el NAS como un mini servidor, no opera como tal y su controlador tan solo gestiona los discos para el almacenamiento.
En términos sencillos, el sistema NAS consiste en un dispositivo que se conecta directamente a la red, ya sea mediante Ethernet por cable (RJ45) o wifi, de modo que crea una LAN en lugar de una WAN. Se le asigna una dirección IP y la transferencia de datos entre usuarios, servidores y el NAS se realiza mediante TCP/IP. El almacenamiento conectado a la red opera con un sistema de archivos tradicional, que puede ser NTFS (New Technology File System) o NFS, para los servicios de archivos remotos y el uso compartido de datos. Se accede a todo el almacenamiento del dispositivo a nivel de archivo mediante el uso compartido de archivos.
Los dispositivos NAS brindan almacenamiento compartido como volúmenes montados en red y emplean protocolos como NFS y SMB/CIFS. Cuando se emplea para el almacenamiento compartido, el dispositivo NAS conecta varios servidores a un dispositivo de almacenamiento común. A menudo, estos «clústeres» se emplean para la conmutación por error a través de un volumen compartido en el clúster, que permite que todos los nodos accedan a los mismos datos.
Un dispositivo NAS se compone de los elementos siguientes:
Los sistemas NAS resultan cada vez más populares como opción de nivel empresarial, porque representan soluciones de almacenamiento eficaces, escalables y económicas. Al emplear un sistema NAS, los usuarios pueden trabajar juntos y dar servicio a los clientes con facilidad, puesto que los datos se encuentran accesibles de forma ininterrumpida. La elección de sistemas NAS frente a otras soluciones depende de los requisitos actuales de la empresa en cuanto a copia de seguridad y recuperación. Estas son las ventajas de emplear NAS para los planes de protección de datos y las necesidades empresariales:
Como dispositivo conectado a la LAN, un dispositivo NAS puede almacenar y transferir archivos de forma mucho más rápida. También puede realizar copias de seguridad con rapidez para proteger los cambios incrementales.
El uso de un NAS significa que las empresas no recurren a terceros para el almacenamiento, de modo que mantienen el control total sobre el acceso a sus datos.
Dado que la tecnología NAS lleva ya varios años en funcionamiento, los administradores se encuentran más familiarizados con la manera de configurar y gestionar estos sistemas. Además, la configuración resulta más sencilla, puesto que numerosas arquitecturas NAS cuentan con scripts simplificados o sistemas operativos optimizados ya instalados.
Al encontrarse en una red dedicada, los usuarios pueden acceder a los datos desde cualquier lugar. Asimismo, puesto que el sistema NAS se ubica físicamente en las instalaciones, no se encuentra sujeto a interrupciones del servicio de Internet.
Existen dos tipos principales de almacenamiento en red: NAS y las redes de área de almacenamiento (SAN). Tanto NAS como SAN se desarrollaron para que los datos almacenados se encontraran disponibles para varios usuarios simultáneamente. Cada una proporciona almacenamiento dedicado para un grupo de usuarios, aunque con enfoques completamente diferentes.
Un equipo NAS es un único dispositivo de almacenamiento relativamente asequible que sirve archivos vía Ethernet y que resulta fácil de configurar. Una SAN consiste en una red estrechamente acoplada de dispositivos que resulta algo más compleja de configurar y gestionar.
Desde la perspectiva de los usuarios, la mayor diferencia entre ellos es que el sistema NAS se ocupa de datos desestructurados, que incluyen audio, vídeo, sitios web, archivos de texto y documentos de MS Office, mientras que las SAN se ocupan de datos estructurados o del almacenamiento en bloque propio de las bases de datos.
Además, su funcionamiento difiere considerablemente. Ambos sistemas gestionan solicitudes de E/S, aunque un NAS lo hace para archivos individuales mientras que una SAN lo hace para bloques contiguos de datos. Y cada sistema emplea un protocolo diferente para mover el tráfico: NAS emplea el protocolo de control de transmisión/protocolo de Internet (TCP/IP) mientras que la SAN puede utilizar el protocolo de canal de fibra (FC) para redes de almacenamiento o el protocolo ISCSI basado en Ethernet.
Por último, difieren en cómo los ve el sistema operativo cliente. Para un sistema operativo cliente, el NAS aparece como un solo dispositivo que gestiona archivos individuales, mientras que una SAN se presenta al disco como el propio sistema operativo cliente. Como sistema de datos basado en bloques, la SAN a menudo constituye la opción elegida para albergar bases de datos fundamentales para el negocio, frente a los dispositivos NAS «económicos».
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